En Resistencia, muchos vecinos están cambiando la manera de moverse. La crisis del transporte público -con recorridos irregulares y frecuencias cada vez más espaciadas-, sumada al alto costo del combustible para autos, está empujando a más personas a subirse a la bicicleta. En las bicicleterías locales, los reparadores aseguran que el uso creció tanto por necesidad económica como por motivos de salud.

David Alfredo Stacul, dueño de la bicicletería El Cometa, en Pellegrini 54, y Antonio González, propietario de Enrique, en Ameghino 381, coinciden: «La bici nunca dejó de ser una alternativa principal».

TALLERES QUE NO SE DETIENEN

A pesar de las crisis económicas y de la pandemia, los bicicleteros chaqueños aseguran que el trabajo nunca faltó. «Siempre tuvimos un movimiento constante, incluso nos traen bicicletas desde Margarita Belén o Colonia Benítez. El buen trabajo hace correr la voz», comentó Stacul.

«Lo que más está saliendo últimamente son los service de las bicicletas nuevas, sobre todo las rodado 29, que son las que más usa la gente para salir», detalló. Un service completo cuesta unos 20 mil pesos e incluye lavado, control de frenos, centrado de ruedas, arreglos de masa, lubricación de cadena y verificación del sistema de piñón, mientras que entre los repuestos más reemplazados figuran pedales, asientos y cámaras..

Por su parte, González explicó que «el service se hace una vez al año y después es cuestión de mantenerla», y señaló que su valor puede ir de 20 a 50 mil pesos, dependiendo del modelo y las condiciones de la bici.

COSTOS, REPUESTOS Y MANTENIMIENTO

«Comparando con el año pasado, los repuestos no incrementaron mucho y se consiguen sin problema», afirmó Stacul.

González coincidió en que actualmente hay disponibilidad: «Hubo una época, alrededor de 2023, en que no había precio y algunas cosas no se conseguían, pero hoy está más normal».

Los candados, un accesorio esencial ante la creciente inseguridad urbana, cuestan entre 15.000 y 25.000 pesos.

A pesar de estos valores, ambos coinciden en que el costo de mantener una bici sigue siendo mucho menor que el de un vehículo a motor o el gasto mensual en colectivos.

ENTRE LA ECONOMÍA Y LA SALUD

El perfil del ciclista resistenciano se diversificó. Ya no son solo trabajadores que van al empleo en dos ruedas, sino también personas que eligen pedalear por bienestar. «Mucha gente anda en bicicleta porque los médicos la recomiendan como actividad física», contó Stacul.

En la misma línea, González remarcó que «hoy la bici se usa más que nada por una cuestión de salud. Antes era el medio de movilidad de todos los laburantes». También notó un cambio en la participación femenina: «En la cuestión de pedalear, las mujeres salen un poquito más», destacó.

Entre el aumento de pasajes, los cortes de línea y el precio del litro de nafta, la bicicleta vuelve a ser protagonista en Resistencia.

Fuente: Diario Norte

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