«Ese día que me acusan hice todo lo que siempre hice, seguí una rutina que mantuve durante años». Insistió en que el 2 de junio de 2023 se levantó temprano en su casa —»la construí yo mismo porque la de abajo se inundaba»— y que no alteró sus hábitos.
Aseguró que recién «a los 11 días» de estar detenido se enteró de lo que había pasado. «No tuve posibilidad de defenderme si no era por mis abogados». Dijo que declaró en la comisaría Tercera y que por largo tiempo no tuvo acceso a noticias ni radio.
Planteó que, si lo condenan, será «por construir el barrio Emerenciano» y por «cortar calles», no por el crimen. «Yo ese día que me acusan hice lo mismo de siempre», repitió.
Recordó un diálogo con el fiscal Jorge «Pato» Gómez: «Acá no hay nada de usted, usted se tiene que ir a su casa… mañana o pasado», contó que le dijeron en presencia de su defensor, el doctor Saife.
Reivindicó su militancia social: «Nunca tuve nada a mi nombre. Soy enemigo de la propiedad privada», afirmó, y se quebró al recordar a su madre. Defendió su trabajo con mujeres de barrios populares: «No deben ser víctimas de la violencia ni quedar en la calle con sus hijos».
Cómo fue su exposición
Sena combinó descargos sobre el caso con un repaso de su trayectoria desde los inicios en Villa Paraguay (Barranqueras). Se presentó como «intermediario» entre necesidades y el Estado. Habló en tono desafiante por momentos y emotivo en otros, con pausas para remarcar que su rutina del 2 de junio no se apartó «ni un minuto» de lo habitual.
«Señores jurados lo único que les pido es que me midan con la vara que les dicte su conciencia. Que Dios los bendiga a todos», cerró.
Fuente: Diario Norte