«Hay una gran incertidumbre , como siempre vivimos antes de cada elección en Argentina. Somos víctimas de estos procesos eleccionarios, porque cada 14 meses nos pegan estos sacudones macroeconómicos «, describió ayer Alfredo González , secretario de Relaciones Internacionales de CAME e integrante de la Federación Económica del Chaco (Fechaco).
El dirigente analizó los más recientes datos difundidos por CAME sobre las ventas minoristas, con una caída interanual en septiembre de 2025 del 4,2% (comparando con igual mes del 2024, cuando ya habían descendido un 5,2%) y una baja con respecto al mes previo del 2%. Sin embargo, por la recuperación dada a principios de este año, el acumulado presenta todavía signo positivo (5%).
«Para nosotros, estos sacudones de la macro representan listas de precios nuevas. No paramos de recibir listas nuevas con aumentos entre 2 y 3% «, reveló, y colocó esa realidad en el contexto de un Índice de Precios al Consumidor que por mes viene creciendo en torno al 2% o por debajo.
Como ejemplo, contó lo que ocurre en su rubro de actividad, el del mueble y la madera: «Recibimos el mes pasado un 6% de aumento en la madera y este mes tuvimos otro 3%. Es decir que, en 60 días, tenemos un 9% de aumento en un insumo indispensable para nosotros».
Poder adquisitivo
González hizo foco en la abrupta pérdida del poder adquisitivo de las familias , y lo colocó como un factor que explica en buena parte lo que ocurre con el consumo masivo a nivel general, y en consecuencia, con el desempeño de las ventas.
«Nosotros pagamos los salarios en dólares más caros que antes, pero a la gente no le alcanza», contrastó, y agregó: «Todo lo que antes quedaba para alguna alternativa de consumo, hoy se lo están llevando los servicios».

Lo más notorio del indicador que elabora CAME, resaltado por González, es la caída en las ventas del rubro Alimentos y Bebidas , que en septiembre cayó 3,1% interanual y 1,8% intermensual. «Lo preocupante es esto, porque son productos de primera necesidad», advirtió. «Si bajan las ventas de alimentos y bebidas, cómo no van a bajar las de bazar, muebles, indumentaria», planteó.
«En alimentos se da algo particular porque la suba en los últimos años fue exorbitante . Sólo vale comparar lo que vale el mismo producto en Asunción, Encarnación o en Pilar, Paraguay, con lo que vale en Argentina. Nosotros estamos totalmente desfasados a nivel mundial, por eso lo importante es que dejen de subir», cerró.
Las ventas cayeron en todos los rubros
Según el índice que elabora CAME, en septiembre las ventas minoristas pymes registraron una variación interanual de -4,2% a precios constantes, mientras que, en la comparación mensual desestacionalizada, la variación fue de -2%. En lo que va del año, acumulan un incremento interanual del 5%.
En el análisis por rubros, la situación fue homogénea, con caídas interanuales en todos los sectores . Los más afectados fueron «Textil e indumentaria» (-10,9%) y «Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles» (-6,2%). En la comparación intermensual, la tendencia fue similar, salvo en «Perfumería», que registró un crecimiento del 1,4% respecto del mes anterior, y en «Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción», que mantuvo los mismos niveles de ventas.
En relación con la situación económica de los comercios, el 55% de los consultados indicó que se mantuvo igual al año pasado. Sin embargo, el 38% advirtió un empeoramiento, tres puntos porcentuales por encima de agosto, lo cual se reflejó en la reducción del porcentaje de comerciantes que percibió una mejora (7,2%).
En síntesis -reporta la entidad pyme- septiembre cerró con un retroceso generalizado en las ventas minoristas pymes, reflejando la fragilidad del consumo interno y el impacto de la incertidumbre económica y política. La pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la falta de estímulos comerciales condicionaron la demanda, en un escenario donde predominan la prudencia y la expectativa de estabilidad de cara a los últimos meses del año.
Más ganas que expectativas reales de una mejora en la economía
En cuanto a las expectativas, el relevamiento de CAME señala que el 47,6% de los comerciantes prevé una mejora para el próximo año; el 41,5% considera que la situación se mantendrá sin cambios, y el 10,8% anticipa que será peor. Finalmente, respecto de la posibilidad de invertir, el 60,1% considera que no es un buen momento, el 12% que sí lo es, y el 27,8% no respondió o no tiene una opinión definida.
«La esperanza siempre está, pero también en esa esperanza hay un poco más de ganas de que la situación mejore algo, de que la situación macroeconómica se estabilice y eso repercuta lo antes posible en la microeconomía», señaló Alfredo González.
En esa línea, destacó «el espíritu del empresario pyme argentino , de estar siempre apuntando hacia adelante, de lo contrario sería muy difícil poder abrir el negocio el día lunes». «Es parte del ecosistema emprendedor y de la resiliencia empresaria, pero no pasa más ahí, de las ganas», acotó.

Día de la Madre
Con respecto al Día de la Madre, una de las dos fechas «fuertes» para el comercio durante el año, el dirigente pyme apuntó: «Siempre está la expectativa de que esto mejore y de que cada acción comercial que impulsan las cámaras locales , como la de Resistencia y la de Corrientes, y los bancos puedan potenciar las ventas en esos días».
Fuente: Diario Norte