El ministro de Economía Luis Caputo derogó la Resolución 152/2021 del entonces Ministerio de Agricultura, normativa que avalaba los límites establecidos por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) a la expansión de nuevos yerbales.

Con esta decisión, se pone fin a la restricción que permitía plantar un máximo de 5 hectáreas de yerba mate por productor y por año, vigente desde enero de 2022.

La medida anulada había sido impulsada por el gobierno de Misiones junto a pequeños productores, con el objetivo de evitar una sobreproducción que pudiera derrumbar los precios de la materia prima y perjudicar a los eslabones más chicos de la cadena productiva. Buscaba, en definitiva, preservar un equilibrio en el mercado y sostener los ingresos del sector más vulnerable de la producción.

Sin embargo, desde su origen, la política fue resistida por el gobierno de Corrientes y por los grandes molinos yerbateros, que la consideraban una traba para la competitividad y el crecimiento del sector. El debate incluso llegó a los tribunales, reflejando la tensión entre los intereses de los pequeños productores y los grandes actores industriales.

Con esta nueva medida, el gobierno de Javier Milei avanza en una desregulación profunda del sector, marcando el segundo revés para el INYM en lo que va de la gestión. La eliminación del tope a las plantaciones consolida un giro hacia el libre mercado en la producción de yerba mate, con posibles impactos tanto en la estructura del sector como en los precios para productores y consumidores.

Fuente: Diario Norte.

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