«Colegio tomado!», dice la colorida bandera que cuelga de la gran puerta doble hoja del colegio Carlos Pellegrini, a un par de cuadras del Ministerio de Educación. También la que luce en su ingreso la Escuela de Educación en Música «Juan Pedro Esnaola», en el Polo Educativo del barrio de Saavedra.
Una consigna aglutina estas tomas de estudiantes secundarios: «La democracia como bandera». El Pellegrini, el Esnaola, el Nacional Buenos Aires, el Julio Cortázar, el Liceo 9, el Acosta, el Juan B Justo, la Yrurtia, la Falcone, el Lorca, el Arranz, el Normal 1, el Normal 8, el Lenguas Vivas, el Padilla, son los colegios que hasta el jueves a la tarde permanecía tomados, desde que se conoció la ratificación de la proscripción a Cristina Kirchner a cargo de los Supremos.
Aglutinados en la CEDU -la Coordinadora de Estudiantes de Base-, otros tantos colegios porteños estaban convocando a asambleas en la tarde del jueves para decidir medidas a adoptar, y los que ya estaban tomados decidían si continuaban la toma.
«Esto es por Cristina, por lo que ella hizo y no quieren que nadie vuelva a hacer, pero va mucho más allá de su figura. Esto es en defensa de la democracia, y está en directa relación con nuestras luchas estudiantiles», explicaban representantes estudiantiles.
En Ciudad Universitaria, las facultades de Ciencias Exactas y de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, protagonizaron el miércoles un hecho inédito: la toma no ya de facultades por separado, sino de toda Ciudad Universitaria, con sus cuatro ingresos cerrados.
Un enorme lienzo con la cara de CFK pintada colgaba el miércoles desde la terraza del Pabellón II, ocupando tres plantas, visible desde la Lugones en hora pico. Con la toma levantada el jueves en esa facultad -al igual que en Filosofía y Letras- el jueves la bandera «viajó» hasta la de Ciencias Sociales, cuyos estudiantes continuaron con la toma y colgaron la imagen junto a la de Néstor Kirchner, en el barrio de Constitución.
Fuente: PáginaI12