La jueza de Faltas de Resistencia, Marcela Cortés, advirtió sobre el avance de la violencia digital, un fenómeno en crecimiento que afecta principalmente a mujeres y adolescentes. Suplantación de identidad, difusión no consentida de imágenes íntimas y hostigamiento en redes sociales son las formas más frecuentes. «El daño que esto genera en la víctima es inconmensurable», aseguró.
En lo que va del año 2025, el Juzgado de Faltas de Resistencia ya tramita 115 causas por violencia digital, mientras que en todo 2024 se habían registrado cerca de 200 denuncias por hechos similares. El dato de la jueza remarca la gravedad del impacto que estas situaciones generan en las víctimas, y la complejidad de abordarlas judicialmente.
«La mayoría de los casos que recibimos involucran a mujeres, a adolescentes, a mujeres trans. Y, en menor medida, también a varones», señaló Cortés.
Entre los casos más frecuentes, la magistrada enumera el hostigamiento digital, la suplantación de identidad y la difusión no consentida de imágenes íntimas. «Casi siempre se dan en contextos de pareja, de violencia. Hemos visto muchos casos donde, tras una ruptura, una expareja sanciona a la otra difundiendo material íntimo que compartieron en momentos de confianza. Eso invade totalmente la intimidad de una persona», expresó.
UNA VIOLENCIA QUE TRASCIENDE EL TIEMPO Y EL ESPACIO
El carácter virtual de estos ataques los vuelve especialmente crueles. «Pensemos que todo lo digital trasciende a perpetuidad. Podemos lograr que se elimine una imagen o una página, pero si alguien ya la descargó, no hay certezas de que no vuelva a circular. Entonces, la víctima no se siente protegida ni siquiera entre cuatro paredes», explicó Cortés.
En muchos casos, la difusión de contenido íntimo va acompañada de estrategias más sofisticadas de daño: perfiles falsos en redes sociales que redirigen a sitios pornográficos, la utilización del número de celular de la víctima, la mención de su barrio o lugar de trabajo, e incluso el ofrecimiento de servicios sexuales usando su imagen.
Las investigaciones son extensas y demandan colaboración internacional. «Tuvimos un caso con seis cuerpos de expediente, cada uno con 150 fojas. Se pidió asistencia a Interpol, informes a Meta, allanamientos, secuestros, pericias, todo para probar que el hecho existió. Son procesos largos, pero necesarios», señaló la jueza.
Aunque muchos casos no llegan a sentencia por la dificultad probatoria, sí hay fallos condenatorios. «Hemos llegado a condenas de hasta 120 días de arresto y multas equivalentes a varios salarios mínimos. En un caso, la multa fue de 16 salarios; en otro, 40 días de arresto con 17 de cumplimiento efectivo y el resto en tareas comunitarias», detalló.
Incluso hubo situaciones en que el agresor actuó desde la cárcel. «Uno de los condenados ya cumplía una pena por homicidio. Cometió hostigamiento desde el penal. Se lo sancionó con tareas comunitarias dentro del complejo y se le prohibió el uso de celular y redes sociales», agregó Cortés.
INTERNET NO ES TIERRA SIN LEY
La jueza subraya que muchas personas creen que en Internet «todo vale», hay límites y consecuencias. «Existe la falsa idea de que lo digital es tierra de nadie, pero nosotros trabajamos para demostrar que sí hay rastros, que se puede identificar a los responsables, rastrear direcciones IP, perfiles vinculados», dijo.
Uno de los desafíos más grandes es la eliminación del contenido. «Muchas veces las plataformas colaboran para brindarnos los datos, pero no siempre acceden a eliminar el contenido. Allí entra el derecho al olvido, que debe ser solicitado por la víctima», explicó. En casos extremos, ha sido necesario recurrir a Interpol para lograrlo.
CONCIENCIA Y ACOMPAÑAMIENTO
«La gente sabe que se genera un daño, pero todavía falta conciencia sobre las consecuencias legales», subrayó la jueza. Por eso, llamó a las víctimas a denunciar inmediatamente en Cibercrimen, donde los especialistas pueden preservar las pruebas necesarias para iniciar un proceso judicial. «El mensaje más importante es que no están solas. Hay herramientas, hay voluntad y hay condenas. Pero es clave actuar rápido», concluyó.
Fuente: Diario Norte