El subsecretario de Protección Civil del Chaco, Gustavo Santos, advirtió que las condiciones climáticas podrían trasladar la temporada de incendios hacia los meses de primavera y verano. Recalcó que el 99% de los focos ígneos son provocados por el accionar humano y pidió apoyo a los bomberos voluntarios.

El subsecretario de Protección Civil de la provincia, Gustavo Santos, brindó un panorama sobre la situación de los incendios forestales, que comienzan a producirse con mayor recurrencia durante el período estival.

Santos explicó que, aunque históricamente los incendios solían concentrarse en los meses más secos del año, el cambio climático y la alteración de los ciclos naturales están modificando los patrones de riesgo. “Estamos en una etapa del año donde antes bajaba la intensidad de los incendios, pero el clima cambió. Es posible que se traslade hacia el verano, que será muy caluroso y con un sol intenso, condiciones que favorecen la aparición de focos ígneos”, señaló.

El funcionario destacó el trabajo preventivo realizado junto a propietarios rurales y bomberos voluntarios, pero advirtió que “hay que estar más atentos en los próximos meses” ante la posibilidad de un incremento de los incendios.

Respecto a las causas principales, Santos fue categórico: “En un 99% los incendios forestales tienen que ver con la mano del hombre. Muchas veces por descuido, por una chispa de maquinaria o, en otros casos, por colillas de cigarrillos arrojadas desde los vehículos. Eso puede generar un foco que después se vuelve incontrolable”.

El subsecretario también alertó sobre el impacto ambiental que dejan estos siniestros: “El fuego destruye la flora y la fauna. La tierra pierde nutrientes y tarda mucho tiempo en recuperarse. Además, se alteran los ecosistemas y muchas especies se desplazan o se pierden”.

Santos, quien también es bombero voluntario en Charata, se refirió a la labor de los cuarteles y al esfuerzo que realizan ante la falta de recursos. “Los bomberos voluntarios trabajan por vocación, no viven de eso. En muchos casos se desgastan física y económicamente, porque los recursos son escasos y los costos muy altos. Equipar a un bombero puede costar entre 4 y 5 mil dólares, y una sola manguera ronda los 400 mil pesos”, detalló.

Asimismo, lamentó que haya cada vez menos personas que se sumen al voluntariado. “Antes muchos soñaban con ser bomberos o policías. Hoy, los jóvenes preguntan primero si hay una beca o cuánto se gana. Es difícil mantener los cuarteles con pocos integrantes”, expresó.

Finalmente, Santos llamó a la conciencia ciudadana y al apoyo comunitario. “Hay que evitar conductas de riesgo, como tirar cigarrillos o basura en las rutas y campos. Y hay que acompañar a los bomberos voluntarios, porque el 90% de las emergencias las atienden ellos. Aportar un granito de arena es aportar a la propia seguridad”, concluyó.

Fuente: Chaco Día por Día

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